EUROPA PRESS
20 enero 2011
El desamparo social y
la culpabilidad hunden a las familias de jóvenes anoréxicas
La bulimia y la anorexia son dos enfermedades que dependen
de un mismo trastorno, el alimentario, que para ser bien tratado necesita de un
equipo multidisciplinar, así como del apoyo de la familia, la cual se ve
desamparada, socialmente, precisamente por la falta de unidades específicas; y,
personalmente, por el sentimiento de culpabilidad que genera.
Esta
situación lleva muchas veces a destruir familias enteras, e incluso, al
suicidio de madres que ven como no han podido hacer nada para que la enfermedad
no acabe con la vida de su hija o hijo. Este ha sido el caso de la madre de
Isabelle Caro, la joven modelo anoréxica del fotógrafo Oliviero Toscanni muerta
el mes pasado tras años de luchar contra la enfermedad.
"La
entiendo perfectamente, depende del caso pero esta mujer estaría al
límite", afirma a Europa Press Juana Martín, presidenta de ADANER, quien
recuerda que la enfermedad "deteriora" sobre todo al cuidador y a la
familia.
"Existe
una cantidad de circunstancias adversas en este tipo de enfermedades, donde las
madres y los padres se sienten horriblemente mal, impotentes con la enfermedad,
con la enferma, con los tratamientos y con la ley, porque todo está en contra
nuestra", ha añadido.
"Necesitamos
no sentirnos tan sumamente mal como nos sentimos", explica. Y es que,
recuerda, la mayoría de estas jóvenes culpan a sus madres de su situación.
"Siempre la madre es la culpable de todo. Los enfermos buscan culpables,
focalizan la comida y la rabia contenida, el vacío y la frustración que tienen
en la madre, que normalmente es la cuidadora", añade.
Estas
jóvenes no solo tienen una imagen irreal de su cuerpo, su mente enferma les
hace muchas veces acusar a sus madres de personas posesivas, un cliché que
desde ADANER insisten en que es una imagen "alterada" de su la
realidad.
"Encima
del sufrimiento que llevamos sobre nosotras, es horroroso que nos tachen de
posesivas, habrá de todo", añade, al tiempo que deja ver que la situación
real, dependiendo del caso, es que se trata de mujeres que se enfrentan día a
día al "deterioro espantoso" y "totalmente destructivo" de
sus hijos, con la "impotencia" de no poder ayudar más.
Al
respecto, el doctor Luis Rojo, jefe de la sección de
"Se
suele trasmitir a los familiares que ellos son, en parte, responsables de los
que les sucede a los hijos, lo que genera sentimientos de vergüenza, retracción
social, malestar psicológico y sentimientos de culpa", añade.
Esta
situación, explica, podría llevar a los familiares en duelo por el
fallecimiento de un hijo a situaciones extremas, sobre todo porque "muchas
veces la sociedad cree que esta enfermedad está fomentada por la propia
familia, cuando es una enfermedad que se sabe que tiene factores biológicos
implicados".
"Desculpabilizarse"
Y
es que para combatir la anorexia y la bulimia es necesario un equipo
especializado: psicólogos, psiquiatras, endocrinos, pediatras, nutricionistas y
otras especialidades necesarias para el tratamiento a lo largo de la
enfermedad. Porque la enfermedad es larga --en la mayoría de los casos se
cronifica--, y mortal.
Por
ello, desde ADANER piden medios estatales, medios sociales y medios legales que
ayuden con los ingresos y los tratamientos, hasta ahora
"voluntarios"; asimismo, piden más apoyo para las familias que
"no está defendida en ningún caso".
Ya
que, añade, "no tenemos ningún derecho, no tenemos nada, lo único que
tenemos es que afrontar la enfermedad, afrontar a la enferma y luchar con todo
el mundo"; y recuerda que "muchas veces la familia se ve obligada a
hacer cosas que no les gustaría hacer, y, con un dolor terrible, se hacen para
ver si reacciona"
"Estamos
desamparaos, el enfermo primero que no tiene los sitios, ni los tratamientos
adecuados; y la familia mucho más porque carga con todo el peso de la
enfermedad, ya que, en ocasiones, hasta se reduce la relación con los hermanos
para que no se produzca un contagio, y el sufrimiento llega a extremos
incapacitantes", explica.
Por
este motivo, insiste en que "lo más importante para los familiares es
desculpabilizarse", y recuerda que para ésta labor es importante
asociarse, ya que, en estos grupos, es donde van a encontrar gente que les
entienda, van a mostrarles los recursos disponibles para seguir adelante.
Para
Rojo, "la familia se lleva las consecuencias del trastorno de manera
importante". Por este motivo, también destaca el papel de las asociaciones
de pacientes que "dan un marco de comprensión a los familiares".
"Dan un marco de comprensión a los padres, allí pueden solventar sus sentimientos
de culpa que, por otra parte, son normales", añade.
Asimismo,
concluye que la posición del médico es importante, ya que "damos atención
a la familia del paciente, apoyo, comunicación, sostén, información y, cuando
hay un problema emocional, evidentemente, se dirige al recurso más útil".